
Mientras tanto, otra flor azul se ha marchitado entre cuatro paredes, opacándose la pasión en sus ojos. Era a quien el horror le causaba tristeza y buscando consuelo perdió la visión.
¿Cómo volverá a recuperar la vida? Para amar la luz tiene que estar entre sombras, quien no se pierde a sí mismo, no puede encontrarse otra vez.
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